Enseñar por prioridades
Julio 19, 2021 por Itzia Mora
¿En qué pieza va tu hijo?
Esta es una pregunta muy común en el mundo Suzuki e incluso fuera de él, el primer día que fui a la universidad un compañero me preguntó de manera muy amigable pero con un toque oculto de competencia. ¿Qué estás tocando ahorita? Esta es una pregunta muy común entre nosotros los músicos porque es una manera de ubicarnos, de saber quién es el otro y de levantar o bajar nuestra autoestima. Si dice que toca un concierto de Mozart, lo respeto; si dice que toca un Vivaldi pues supongo que le echa ganas pero todavía no es profesional; Wienawsky o Paganini, WOW es mejor que yo, mejor no digo nada. Pero qué tan válidas son estas comparaciones.
Desde el punto de vista puramente musical no tienen ningún sentido, hay personas que tienen una excelente calidad y que tocan poco repertorio y hay otros que tocan muchísimas cosas pero sin cuidado del detalle o dominio del arte. Desde el punto de vista del maestro Suzuki y viviendo todos los días con alumnos y familias Suzuki es imposible que esto no tenga un impacto y que seamos los maestros los principales motores de la competencia desleal entre nuestros alumnos.
¿Es justo comparar el progreso de los niños?
No quiero caer en la falsa idea romatizada de que jamás comparamos y que todos los niños son iguales a nuestros ojos porque sería mentir, evidentemente hay alumnos que avanzan más rápido pero ¿a qué se debe ese progreso? recordemos que hay alumnos que tienen más medios y más posibilidades y tratemos de ser sensibles en nuestra comparación con los niños. Empecemos a cambiar nuestra concepción de la competencia por la colaboración. La próxima vez que saludemos a un niño Suzuki o a algún colega músico, les invito a hacer estas preguntas: ¿En qué estás trabajando? ¿Cómo te sientes cuando tocas? Y verán que la respuesta gira completamente. Estoy mejorando mi sonido, estoy trabajando en afinación, mi hijo está mejorando su autocontrol, etc.
¿Calidad vs Cantidad?
El inicio es extremadamente lento y debemos cuidado. Un ejemplo es como iniciar el proceso con un niño de 3 o 4 años, a mí me toma de uno a dos años consecutivos que toquen la primera variación de Suzuki porque hay mucho campo que sembrar. Hay que enseñar muchas cosas como autocontrol, a escuchar instrucciones a poner atención, a dominar los brazos antes que los dedos, hay sobretodo que entrenar a los padres y ayudarles a trabajar con sus hijos. Y sobretodo a aprender del proceso, a entender que no podemos acelerarlo y a nutrir y pues a esperar.
Después de no ver resultados
El problema está en nosotros como maestros, damos conocimiento no damos herramientas. Es indispensable dar contenido y avanzar en el currículum pero donde toda la educación, y hablo en general de la educación escolarizada, falla es en dar las herramientas para el manejo de esa información. ¿De qué le sirve al niño saber si es fa o fa# si no está involucrado emocionalmente en tocar violín? Es por eso que el modelo a seguir es el involucramiento del alumno en su propia educación, camino que tiene que ser guiado por los maestros y la familia.
¿Qué son las prioridades?
Metas vs prioridades
A partir de la observación he visto que el problema está en querer lograr mis metas sin considerar las prioridades del niño que son muy variadas y para localizarlas debemos conocer a los alumnos, sus familias, sus modelos educativos y a partir de la observación y del conocimiento buscar alternativas que ayuden al desarrollo propio de ese niño en particular. No todos los modelos son para todos los niños ni todos los niños necesitan los mismos pasos. Lo que sí es seguro es que hay que ser creativo y tener un interés genuino en el aprendizaje. Como diría Suzuki: “Primero por amor al niño, luego por la música”.